martes, 27 de mayo de 2014

LA CHISTERA DE RICARDO

Uceda, con la oreja del primero / Foto: LAS-VENTAS.COM
Por Javier Hernández - @javihernandez76

Era Guardia Civil de tricornio, es ganadero de sombrero cordobés y por las noches se dedica a la varita mágica y la chistera. Abracadabra, que salga un toro de Madrid en lugar de un conejo. Voilà. Una corrida venteña, así, de la noche a la mañana. Corrida enterita, preparada, medianamente igualada, sin pegas, para sustituir a última hora a un ganadero con menos cartel. Por si fuera poco embistieron dos toros de seis, que eso en Las Ventas es un notable.


Lo de Ricardo Gallardo, se entiende que el criador de los Fuente Ymbro, va de sombreros. Desertor con el tricornio, un lince con el sombrero cordobés y la envidia de todos los magos con la chistera. Qué tío. Las tiendas de chisteras ya tienen cola porque todos los ganaderos de lidia quieren hacer como Ricardo. Que no hay toros para Madrid, decían ahí atrás. Hasta el propio Gallardo lo decía no hace tanto en la prensa, que él este 2014 no tenía toros para Madrid. Las vidas de las personas suelen tener un denominador común en sus distintas etapas. Tricornio y boli. Ala ancha y garrocha. Chistera y varita mágica. Qué arte el de Gallardo.

Y que arte el de algunos de sus toros. Por ejemplo, el primero. Toro bajo, de gran cuello, de ancha testa, que lució un viaje largo. Un tranco más de más, ese tranco de más que tienen los toros que acometen con poder pero con las ansias divididas entre irse y quedarse en los engaños. Y ese viaje de esa división lo aprovechó Uceda para lanzar muleta, para torear por momentos, para apuntar otra vez lo buen torero que es y lo grandioso que podría llegar a ser. Toreo bello cuando se juntaban temple y ritmo, toreo emotivo cuando se desequilibraban. Y entre la división y los altibajos, un volapié perfecto. Y la oreja.

Más arte tuvo el tercero. Toro guapo y hondo, de cabeza reunida, de cuerpo espeso. Toro que apenas galopó pero que todo lo hizo con franqueza y empujando cuando tenía su objetivo cerca. Toro pasador, de cara natural en los finales por el pitón derecho, por donde Tejela le firmó lo más relajado, limpio y llamativo de su labor, mediado su trasteo. Toro de clase, de ritmo, de entrega y gran clase por el izquierdo, por donde nunca se alcanzó el cénit de la conjunción entre hombre y animal. Era el animal para volver a la pomada, para reverdecer laureles marchitos, para reinventarse. Era. Y esa es la condena de un Tejela que, para colmo de sus males, no mató con acierto.

Luego salió, como cuarto, un colorado cinqueño, el único cinqueño del envío remendón, armado, hermoso, con un tren delantero imponente. Toro que metía la cara para querer coger los vuelos de los trastos con las puntas de sus pitones, síntoma inequívoco de la buena clase y con apego a las tablas desde la salida. Toro que llegó a la muleta fiero y con el que Uceda expuso mucho para ordenarlo. Lo consiguió Uceda, que vio la condición desagradecida del cinqueño, pues en cuanto ordenaron sus díscolas arrancadas se sintió podido y renunció a la pelea, negando la gloria a Uceda, que esta vez sí la buscó con decisión.

Los otros tres toros de Ricardo el del tricornio, el del sombrero cordobés y la chistera, no fueron triunfo pero tuvieron su aquel. Por ejemplo, el primero de Curro Díaz hacía concebir esperanzas en algunos muletazos por el izquierdo, cuando Curro le daba su hueco, cuando le echaban los vuelos, cuando lo cogían adelante y lo soltaban sin apretarle. Cuando alguno de todos estos condicionantes no surgía, el Fuente Ymbro sacaba mal estilo. Curro, menos pinturero que otras veces, más técnico en la búsqueda, no pudo captar la atención del personal. Y en el otro, en el quinto, Curro expuso más de la cuenta, aun sabedor de que iba a faltarle gracia al asunto.

Tampoco Tejela remontó con el soso sexto, con la tarde vencida y con su ánimo tal vez tocado por lo del tercero. Ahora toca apelar a la magia para remontar su carrera.

La tarde fue entretenida para el espectador, positiva para Uceda, que puntuó, y muy productiva para Ricardo Gallardo de Fuente Ymbro, aquel Guardia Civil que se hizo rico vendiendo muebles y que ha descubierto que con una chistera, de la noche a la mañana, puede fabricar una corrida para Las Ventas de Madrid que sustituya la de cualquiera y hasta triunfar.





FICHA
Plaza de toros Las Ventas de Madrid. 19ª de San Isidro 2014. Toros de Fuente Ymbro (sustitutos de los anunciados de Pereda), serios y de variado juego. Bueno por emotivo y de largo viaje el primero y notable el corrido como tercero, que sacó clase sobre. Segundo y cuarto se movieron sin fondo y quinto y sexto no valieron.
Uceda Leal (sangre de toro y oro): Oreja y silencio.
Curro Díaz (rosa palo y oro): Silencio en su lote.
Matías Tejela (sangre de toro y oro): Ovación con saludos tras aviso y silencio.
Cuadrillas: Saludaron en banderillas José Manuel Montoliu en el segundo, Jesús Romero en el tercero y Ángel Otero en el sexto.
Entrada: Más de tres cuartos.

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